Animals Sense Sostre

La historia de Nora - Parte II - Final Feliz !

22-09-2020

Todos los animales que han entrado por las puertas de Animals Sense Sostre son únicos y especiales. El Equipo humano que aquí trabaja, apoyado por voluntarios y colaboradores, hace un trabajo incansable para curar y recuperar física y emocionalmente, socializar y cuidar de la mejor manera posible a todos los peludos, que confían y dependen de nosotros.
 

Nuestro objetivo es conseguir la mejor adopción posible para cada animal y lograr su felicidad. Llegar a este punto requiere de mucho esfuerzo, tiempo, inversión monetaria, capital humano, y mucho amor y paciencia, por nombrar solo algunas cosas.


Hay momentos en que esa meta parece imposible de alcanzar o tan lejos en el tiempo, que sentimos que no llegará jamás. La impotencia y la frustración nos hacen pensar que no lograremos ese final feliz tan anhelado y por el que todos luchamos tanto. Sin embargo, a veces la vida nos sorprende y aparece una luz al final del túnel que nos hace olvidar los fallos, las frustraciones, las lágrimas y el sudor y la sangre que hemos dejado en el camino porque, al final, el sueño se hace realidad.

Y éste es el caso de NORA, que hoy queremos compartir con vosotros :



Nora llegó a la prote el 15 de octubre de 2016. Recogida por Antoni en Viladecans, su estado era deplorable. Muy delgada, con problemas de piel, descuidada, sucia, y con una fractura en una pata.


Desde el primer día empezó nuestra lucha por Nora. Fue llevada al veterinario inmediatamente. Fue operada y se le dio tratamiento, que ayudó a que poco a poco su cuerpo sanara. La recuperación física se logra, la medicina veterinaria hace su magia y el cuerpo se recupera. La mente y el corazón no funcionan así.


Nora era desconfiada, temerosa, ansiosa y muy agresiva con otros perros pero como no iba a serlo después de sufrir tanto y estar tan traumatizada por todo lo que el ser humano le había hecho. Eso si, con los humanos desde el primer día siempre fue un amor.

 


En la prote se hicieron todos los esfuerzos que estaban en nuestras manos para darle a Nora la mejor calidad de vida posible. Fuimos cambiando a Nora de sitio dentro de las distintas áreas de la prote intentando encontrar el mejor ambiente para ella debido a su ansiedad extrema y la conducta agresiva con otros perros. Nora ni siquiera podía ver a otro perro, directamente quería atacarlo. Muchos voluntarios le dedicaban tiempo durante el fin de semana, pero Nora no mostraba mejoría.


Después de probar varias ubicaciones, instalamos a Nora definitivamente dentro de un área a la cual tenían acceso uno de los grupos de voluntarios que nos ayudan. Este grupo es Voluntarios Itinerantes. Cada día, al menos un miembro de este grupo llegaba a la prote para hacer el paseo diario de varios perros, entre ellos Nora. Voluntarios Itinerantes decidieron incluir a Nora en el grupo de perros que estaban a su cargo, porque entendieron que era una perra que necesitaba mas atención, mas tiempo y mas dedicación.


Fue un proceso muy largo, pero poco a poco Nora empezó a confiar mas, a disfrutar los paseos, a estar mas tranquila y a bajar sus niveles de estrés. Entendió que no todos los humanos son iguales, y que había muchas personas que estaban allí para ella, para ayudarla a confiar, a volver a creer, a querer. Muchos voluntarios interactuaban bien con ella y Nora empezó a ser una perrita mas feliz.


Sin embargo, aunque Nora mejoró mucho, nadie preguntaba por ella. Era invisible. Una perra senior, que ya ha perdido el “encanto” para la mayoría de las personas, veía desde su jaula como iban pasando los días, las semanas, los meses y finalmente los años, y ella seguía allí. Eso si, siempre agradecida con todos los que intentaban darle la mejor calidad de vida posible, dentro de las posibilidades de la prote.


El milagro llegó en abril 2020, un mes difícil para todos, pero que para Nora resultó ser el mejor de toda su vida. A través de una publicación en redes sociales, alguien se fijó en ella y vio algo especial que le hizo contactarnos. Dejamos que sea ella misma quién les cuente su experiencia.


"Conocí la historia de Nora a través de una publicación de Animals Sense Sostre que compartieron un par de amigas por Facebook, el pasado mes de abril. Yo, que llevaba ya casi un año y medio de baja en casa, por culpa de una operación de rodilla que no salió bien, llevaba tiempo pensando que sería genial adoptar un peludito. Ya llevaba tiempo caminando y tantas horas en casa, me hacían sentirme muy sola.


Nunca había sido posible tener un perro. Javier, el papá, es alérgico a una proteína y era muy arriesgado exponerse a sufrir un shock. Nuestro hijo Erik, es aspie. Tiene condición TEA, aunque muy leve. Le cuesta socializar, es obstinado y muestra muy poco sus emociones.


En cuanto vi a Nora, supe que Javier se iba a enamorar. Siempre le han encantado los Bulterriers. Y sabía que, al leer la historia, no podría dejarla pasar. Tiene un corazón enorme... Y así fue. No hizo falta pensarlo mucho. Un par de días sospesando pros, contras, y envié un mail a la prote.


Enseguida pudimos quedar para ir a conocer a Nora. Y el destino quiso que todo se acelerara de repente; en cuestión de una semana, nos estaban confinando así que, aunque lo normal es que hubiera habido más visitas, el caso de Nora era muy delicado y todos (la prote y nosotros) decidimos que era mejor que Nora viniera a casa ya y que no pasara más tiempo encerradita en su jaula.


No pudimos tomar mejor decisión.


El primer mes, fue de adaptación para todos. Horarios para salir a la calle, dejarle su espacio, coger la rutina de todas las medicinas que hay que darle... pero todo fue genial. Y la verdad es que, gracias al confinamiento, pudimos dedicarnos al 100% a ella y enseguida, comenzó a coger confianza. Se adaptó súper bien a todo.


Nora es una perrita muy muy especial. Ha estado tan falta de cariño que tiene toneladas de amor para darnos. Pero también necesita sus ratitos de soledad y, si es tomando el sol, mejor. Le encanta!


Como tiene una historia tan dura, no hace lo que suelen hacer otros perros; no sabe jugar, ni con pelotas ni con nada. Eso sí, le encanta mordisquear huesos de cuero prensado.


Tampoco se puede relacionar con otros perros. Pero eso a nosotros nunca nos importó. No tenemos amistades con perro. Eso sí, a base de cruzarte con gente (hay gente de todo...), ha tenido la oportunidad de ver que no todos los perros van a hacerle daño. Pero poco a poco. Tampoco sabe iniciar una "relación perruna", oliendo al otro. Así que, hay que tener paciencia. Pero ha aprendido a ignorar a los perros que pasan cerca y a estar tranquila si el otro perro también lo está.


En casa, en cambio, es muy tranquila. Como ya es mayorcita, pasa la mayor parte del tiempo durmiendo, encima de "su" sillón del salón o encima nuestro, que es su forma favorita de echarse una siesta. Pero, ojo! no perdona su paseo diario con Javier por las tardes. Él necesita caminar cada día porque es diabético y ella, sabe que llega la hora. Cada día, sobre las 18h, comienza a perseguirlo por la casa, hasta que consigue que le ponga el arnés. Entonces, Nora recupera toda su fuerza y se convierte en un máquina de caminar! Suelen estar 2 horas caminando y parando en todas las fuentes, que ya se conoce. Le encanta meterse debajo del agua y beber. Eso sí, ella tiene que decidir por dónde caminar. Como se te ocurra querer llevarla por otro camino, se tira al suelo y se niega a caminar. A cabezota no le gana nadie!


Nos encanta su carácter. Nos reímos mucho con ella, sobre todo, cuando le da por meterse en cualquier caja, bolso, o barreño que encuentra.


Dicen que cada perro tiene a su dueño destinado o que cada dueño, tiene a su perro esperando. Hasta que llega el momento. Y cada vez, estamos más seguros de ello. Nosotros también somos "especiales" (quién no) y Nora ha resultado ser nuestra perra ideal. Es que no podía ser otra! Y ha llegado en el momento que tenía que llegar. Claro que nos hubiera gustado que no hubiera tenido que estar tantos años solita pero, seguramente antes no nos habríamos planteado tener un perro.


Por cierto! Excepto alguna reacción en la piel al principio de todo, Javier lleva muy bien su alergia. Y qué decir de Erik. Nunca lo había visto tan cariñoso. La adora. La conexión entre ellos fue increíble desde los primeros días.


Cuando decidimos acoger, una amiga me dijo que "lo hacemos pensando que ayudas a un animal y en realidad, son ellos los que nos ayudan a nosotros". Nunca olvidaré esa frase porque es la pura verdad. Nora llegó y nos cambió la vida para bien.


Mucha gente por las redes, nos ha dado las gracias por acogerla. Y la gente de la prote. Pero es que somos nosotros los que tenemos que dar las gracias. A ASS, por haberla cuidado tan bien y por toda la labor que hacen. Y a ella misma. Ahora no nos imaginamos la vida sin ella".

 

 

Testimonio de Arantxa Hernández.


Y así llegamos a este final feliz para Nora, para su familia y para todos los que la conocemos, la queremos y hemos estado con ella desde el primer día que llegó a la prote.


Gracias Arantxa, Javier y Erik por compartir vuestra vida con Nora. Cada vez que vemos una foto o un video de ella en su nueva vida, se nos llena el corazón de felicidad. Para los que quieran seguir sus aventuras, su Instagram es @bull.nora.


Queremos también compartir el testimonio de algunas personas que han estado involucrados de alguna manera en lograr este milagrito. Es imposible incluir a todas las personas que han hecho posible este final feliz, pero agradecemos desde el corazón el granito de arena que han puesto todos. Sin vosotros no sería posible.


Testimonio de Jaime Mateu, presidente de Voluntarios Itinerantes.


Nora es uno de esos perros que cuando los conoces te tocan el alma, ves en sus ojos cómo lo ha pasado, cómo ha sufrido, etc. El primer día que la conocí iba con campana, la pierna operada, clavos por todas partes, tirando cómo una loca, lanzándose a los perros, sin controlar el daño que se podía hacer así misma... Una situación extremadamente compleja y más si se tiene que vivir en una protectora donde el estrés, por desgracia, es el pan nuestro de cada día.


Para reducir su estrés y que pudiera salir a pasear de forma habitual, la trasladaron de la zona de ASS a la zona donde teníamos los perros de VI y gracias a ellos pudo salir cada uno de los días a pasear sola, tranquila y relajada. Quiero pensar que algo animamos su día a día, algo mejoramos su situación y su comportamiento mejoró un poco. Pero las posibilidades de encontrarle una familia parecían imposibles, parecía que nunca llegaría su hora y que acabaría sus días allí, muchas veces me planteé llevármela y probar cómo era en ciudad y así darle una mejor oportunidad, pero nadie garantiza que encontrara una familia y sacarla para devolverla me parecia aún más cruel. Pero cuando ya piensas que no hay solución, cuándo estás en medio del confinamiento social más duro que hemos vivido como sociedad, resulta que aparece la familia perfecta, la que cumple todos los requisitos con creces, la que no creías que jamás encontrarías y la perra tiene una familia. La ilusión al ver cada una de las fotos, la sensación de que nunca debes darte por perdido, la reafirmación que la esperanza es lo último que se pierde está cada vez más presente y cómo yo pienso siempre (sin ningún tipo de estudio que lo corrobore más que mi propia experiencia) cuando un animal encuentra la felicidad, da igual lo que viva con su nueva familia ya podrá descansar en paz. “


Testimonio de Juan Lozano, miembro de Voluntarios Itinerantes.


NORA ... Tuve la oportunidad de conocer a esta perrita y verdaderamente es importante comprobar el antes y después. Como voluntario hacíamos los paseos que tocaba y el estrés que demostraba dentro de la jaula y muy nerviosa en su paseo. Es reconfortante contemplar el gran cambio de Nora al llegar a casa con su nueva familia. NORA es un ejemplo del cambio de estar en casa con su familia. Felicidades familia por darle esta oportunidad. Un abrazo enorme para todos”.

 

Testimonio de Roger Rodes, voluntario.

Me acuerdo de los paseos con Nora, cuando llegabas estaba muy contenta de verte para salir y disfrutaba mucho de sus paseos, luego se quedaba relajada en su manta,  me alegro de que este bien y por fin tenga una vida feliz, se lo merece”.


Testimonio de Rosa Castañer, presidenta de Animals Sense Sostre


Recogimos a Nora en un estado que lamentable es poco para describirlo. El 15/10/2016 nos llamó la policía de Viladecans tarde por la noche... teníamos que recoger un perro herido.


Toni fue urgente y lo que se encontró fue a Nora mordida por todas partes, con la pata rota colgando de una manera espeluznante y en un estado de excitación, ansiedad etc. La historia era que Nora vivía en un huerto en Viladecans junto con otros 2 bullterriers, separados pero solos en un huerto. No sabemos bien que pasó, si se escapó Nora o los otros dos, el resultado es que fueron a por ella. Gente que paseaba lo vio y llamaron a la policía, encontraron al dueño, lo denunciaron y le "obligaron" a cedernos a Nora.


Tan mal estaba Nora, que Toni llamó directamente a nuestra veterinaria, quedaron en algún sitio a medio camino y la vetarinaria se la llevó directamente a la clínica y quedo ingresada.


Como explica Jaime, Nora estuvo mucho tiempo viviendo de aquí para allá en la protectora, una jaula pequeña y aislada era el único sitio donde estaba tranquila para que no se arrancara los hierros de la operación de la pata, pero cuando salía a pasear era una tortura, hasta se hacia daño en las almohadillas, sangre, de tanto tirar para ir a "matar" a los otros perros.


Luego la cambiamos de lugar y fue a vivir en la zona donde estaban los perros de VI, eso supuso un gran cambio para ella, salía y estaba mas tranquila etc. Con el tiempo los perros de VI fueron adoptados y Nora volvió a la rutina de la protectora, otra vez estrés, problemas de alergia y piel, etc.  Fue época de veterinarios, piensos especiales, etc.


La verdad es que hubo momentos en que se llegó a pensar que Nora era un caso perdido, que seria imposible que saliera de la protectora, y llegaron a plantearse otras opciones, pero somos de los que no tiran la toalla (algo que a veces es bueno y otras veces no, pero así somos).


Además de todo esto, durante su tiempo con nosotros, Nora dio positivo a leishmania, la tratamos, tuvimos que pincharla con Glucantime, era un amor, no había problema para hacerlo. La leishmania le afectó el riñón, con lo que tenía (y tiene) que seguir una dieta especial con pienso renal y medicación. Pero ahí está... feliz, dulce como un caramelo y tan tierna.


Los milagros existen, a veces ocurren y otras veces no... pero has de dejar que ocurran.


Verla ahora, para mi es un como una inyeccion de energía y la confirmación de que vale la pena lo que hacemos.”